lunes, 25 de noviembre de 2024

NAREDO DE FENAR


Apuntes sobre su toponimia, léxico y su poblamiento antiguo y medieval. Datos que nos aportan D.José Manuel González García y Doña Julia Miranda Pérez Seoane en su obra: El Valle de Fenar: Contribución al estudio de su poblamiento antiguo y medieval.
Pasaremos por alto los datos relativos a otros pueblos del valle y nos centraremos en el pueblo de Naredo de Fenar.

                       

                    

Dichos aterrazamientos han llamado la atención desde antiguo la atención a los vecinos de Naredo, los cuales los consideraban “obra de los moros”, y los utilizaban como caminos para carros. La zona limitada por estos taludes es reducida y en ella hemos encontrado un fragmento de molino barquiforme como único elemento arqueológico. 
                                       

   Ejemplo de molino barquiforme
Cabe destacar su valor estratégico por estar situado en la confluencia del valle del Torío y el de Fenar-La Valcueva. Según la tradición oral, en él vivieron “los moros” y en la collada que lo limita por el Norte (La Collada Bajera) “hubo dos castillos”.

                              


En segundo término citan el paraje conocido como El Castrión: Es un paraje extenso y llano, con una ligera elevación en el centro,situado en el fondo del Valle de Fenar a la entrada del lugar de Naredo y lindando con su casco urbano. 
Aunque sus límites son bastante imprecisos, se le puede situar entre la carretera C-626, por el Norte,el lugar de Naredo por el Sur y el Este, y el reguero que baja de La Cárcava por el Oeste. Está ocupado por prados y tierras de labor y, en la elevación de su parte central, hay un hoyo de 3m. de profundidad y 5m.de diámetro aproximadamente, cubierto de arbustos y maleza.
El topónimo, que en el siglo XVIII se documenta como El Castrillón, apunta, sin duda, hacia la existencia de un yacimiento antiguo en este lugar. Como también apuntan en esa misma dirección la tradición oral y las leyendas relacionadas con él. Se dice que en El Castrillón hay un tesoro escondido y que el hoyo de su centro fue excavado por los moros para buscarlo. Esta idea del tesoro escondido está muy extendida en los lugares próximos, habiéndose realizado, según cuentan, excavaciones, con la ayuda de “brujas” para encontrarlo.
                           

 Al Norte corre cerca de su base, el Arroyo de la Sierra del Valle o Arroyo de Fenar. Se halla cubierta de monte de roble y de su base norte se extraía arcilla, utilizada en una tejera próxima, que estuvo en explotación hasta época reciente.
                                     


Hagamos aquí la salvedad de que en dicha tejera, se dejó de trabajar hacia el final de la década de 1920. La misma pertenecía a Eusebio González, que la dejó a su hijo Santiago González y a su yerno Antonio García. Hacia principios de la década de los setenta, el que esto escribe, estuvo en el interior de lo que parecían ser los hornos de cocción de dicha tejera, accediendo a ellos a través de un hoyo producido probablemente en las labores de arado.
No han aparecido restos arqueológicos, salvo un disco de cuarcita con su borde tallado unifacialmente encontrado en la Vallina de Fuentecía ,que limita Los Casares por el Este. Quizás los restos aparecidos en el cercano paraje de Las Lamas puedieran tener relación también con ese lugar.
La tradición popular asegura que allí hubo antiguamente un pueblo, que, según testimonio de algunos informantes, “se llamaba Untimio”. Además,como es sabido, “casares”, en toponimia,suele designar restos de poblados o edificaciones.
Todos estos datos parecen confirmar la ubicación aquí de un antiguo núcleo de población, que bien podría haber sido el Otero medieval. Téngase en cuenta que la voz “otero” significa “altozano” y un altozano es, en efecto, el paraje de Los Casares.
                                   

Las Lamas.
Las Lamas es la vallina que linda con Los Casares hacia el Oeste. Según indica ya el topónimo, es una zona semipantanosa y con varias fuentes. Al realizar las obras de la captación de agua para el servicio de Naredo, y en concreto al construir el depósito que allí se encuentra, aparecieron varios restos arqueológicos,que, por su proximidad a Los Casares, pudieran tener relación con ellos.
Se trata según el testimonio de vecinos de Naredo, de trozos de “cacharros” de color rojo, de una estructura de madera, a modo de galería subterránea de aproximadamente un metro de largo y de escorias de fundición.

                                

San Salvador de Neredo y El Cuarto (Naredo).
En el documento n.º 1.618 del ACL, año de 1289, el cabildo de la Iglesia de León recibe de Ramiro Díaz, “al tiempo de su finamiento”, “todo el heredamiento e uasallos, la Eclesia e todos los otros derechos que el tomara al cabildo sobredicho en fenal en un lugar que dicen san salvador de Neredo.
Es evidente que este “lugar” estaba en el Valle de Fenar y parece lógico ponerlo en relación con el actual Naredo, si bien ambos lugares no deben identificarse. Creemos que San Salvador de Neredo estaba situado en el paraje llamado El Cuarto, zona llana al pie de El Castro, en la embocadura del Valle de Riazo, cuyo arroyo vierte aquí sus aguas en el Torío.
                                              
En esta zona estuvo ubicada la segunda tejera de los nombrados más arriba, Santiago González y Antonio García, que posteriormente la arrendaron a según dicen, “unos asturianos”.
Andando el tiempo, fue almacén de carbón de una compañía minera, y posteriormente de la industria Sílices de Boñar.
Datos que fundamentan la localización del Cuarto en este lugar y como tal el poblamiento medieval de Naredo:
El pozo del Salvador, lugar profundo del río Torío donde, según la tradición se encontró la imagen de El Salvador, que se veneraba en la iglesia de Naredo hasta la guerra civil (1936-39), en que fue destruida.
                                    
La presa del Salvador, que parte del citado pozo y riega la vega derecha del Torío desde Naredo hasta Pedrún.

La tierra del Salvador, en esta misma zona y a orillas de la presa.
                        

La tradición popular afirma que en El Cuarto “estuvo antiguamente Naredo, que se llamaba Naredo de Untimio”, cuyo determinativo haría referencia al “pueblo” que estaba en Los Casares (Untimio), del que ya se ha tratado anteriormente.
Por otra parte, la arqueología apunta en el mismo sentido, pues en el borde oriental de El Cuarto, ya muy próximo al río Torío, en los trabajos de construcción del ferrocarril León- La Robla, realizados hacia 1920, apareció un grupo de enterramientos humanos.
Según el testimonio de los vecinos de Naredo, se trataba de tumbas antropoides hechas con lajas, “lábanas” en el lenguaje local. Una de ellas medía 2.20 m. de largo.
                                    
Estos datos parecen suficientes para defender la localización propuesta de San Salvador de Neredo en El Cuarto. El determinativo de este topónimo aludiría a una posible dependencia, respecto de Naredo, del lugar de San Salvador, el cual sería posiblemente un núcleo de población constituido en torno a una iglesia (que parece citada en el documento del año 1289), cuyo patrono San Salvador, que le dio el nombre, pasaría a serlo de Naredo, cuando desapareció dicho poblado.
Por lo tanto, Naredo es un poblado medieval identificable con el actual del mismo nombre, figurando en los docs.n.º 790 del ACL, año 1372, y en el n.º653 del AMC, año1292.
FENALES Y FENAL
En los documentos medievales, se utilizan frecuentemente estos dos nombres para designar el Valle de Fenar. Sin embargo, en algunos documentos este sentido no está tan claro, como veremos a continuación.
Fenales se cita en el documento n.º 125 del ASIL en el que Fernando I y su esposa doña Sancha donan, en el año 1063, a la iglesia de S.Juan Bautista de León, una serie de villas, entre ellas “una quam dicunt fenales in rivulo Torío”.
De la lectura de este documento, podría deducirse que existía, en esa época, un poblado con nombre fenales. Dicha deducción sólo sería correcta si villa tuviera únicamente el significado de “núcleo de población”. 
En el Becerro de Presentaciones, en el cual se enumera las iglesias del Valle de Fenar, Fenal aparece del modo siguiente:
En Rauanal, Sancta Iusta y Sant Iorge.
En Fenal, Sant Christobal y Sancta María.
En la Ylze, San Miguel
San Salvador de Fenal.
Como se observa, aparecen citados los lugares o pueblos, y a continuación sus correspondientes iglesias, excepto en el caso de San Salvador, donde el orden es el inverso. Por tanto, podría deducirse que en el Valle de Fenar hubo un lugar o un pueblo llamado Fenal.
 Sin embargo, creemos que no fue así, sino que era la forma de referirse a los lugares de Solana y Robledo conjuntamente o a Naredo. A esta suposición hemos llegado al analizar la manera de ser citados los otros pueblos del valle y sus iglesias. Así, el Rauanal que aparece en el Becerro, se refiere, en realidad, a dos lugares: Rabanal y Brugos, los cuales “ formaban un mismo curato” antiguamente.
 Hoy son dos parroquias diferentes, conservando sus antiguos patronos, San Jorge, Brugos y Santa Justa y Santa Rufina, Rabanal. Algo semejante ocurriría con la Yzle, que aludiría también a dos núcleos de población, la propia Yzle, ya desaparecida, y el actual Candanedo, cuyo patrono es San Miguel.
 Por otro lado, Solana juntamente con Robledo, “formaban un mismo curato y era una misma parroquia aneja o hijuela de Naredo”, hasta el siglo XVII, en que se separaron en dos parroquias, la de Solana, bajo la advocación de San Cristóbal y la de Robledo, cuyo patrono es San Torcuato, tomado probablemente al desaparecer el lugar o iglesia de este nombre. Por otro lado, San Salvador es el actual patrono de Naredo. 
Luego parece evidente que Fenal era el nombre utilizado, en este documento, para referirse en un caso, a Naredo o al San Salvador de Neredo antes citado, y, en el otro, a Solana y Robledo conjuntamente.

SOBRE NARDINIUM Y NAREDO.
Viene este apartado a cuento sobre la relación que alguno autores han establecido entre la que fue una ciudad de los Saelinos y Naredo de Fenar.
Dice D.Maximiliano Fernándea Flórez en su obra La Ribera del Torío, que “los más viejos del lugar recuerdan que antaño se decia Nardinium para referirse a Naredo.
                                   

Aunque ambos nombres provienen de la misma base indoeuropea *NAR-/ NER-/NOR-, “agua que brota”,” fuente”, “arroyo”, que ha dado lugar a numerosos topónimos en Asturias y León (Naranco, Camponaraya, Noreña, etc.), pero presenta diferentes sufijos. Naredo lleva el sufijo –ETUS de origen latino y que tiene casi siempre sentido abundancial, indicando en este caso abundancia de agua, significado que se confirma por la existencia, en el término de Naredo, del topónimo Los Nareos, que designa una vallina situada en la falda Norte de La Lomba, donde brotan varias fuentes.
 En cambio en Nardinium no aparece este sufijo y fonéticamente no podría haber dado Naredo, sino quizá un * Nardiño o Nardeño. De modo que, lingüísticamente, no es posible la identificación entre Naredo y Nardinium. Además, ya desde los documentos más antiguos (siglos XIII y XIV) en el que se cita este lugar fenariego, aparece con las forma naredo o neredo.
CONCLUSIÓN:
El actual Naredo de Fenar, puede decirse que en principio estuvo ubicado en el paraje denominado El Cuarto, situado al pie del Castro,y en su época debió llamarse Naredo de Untimio.
En el paraje Los Casares y con los datos aportados por Dña.Julia Miranda, es factible que en épocas antiguas estuviera el poblado Otero o Untimio...según la tradición y el boca a boca de la gente del lugar, éste último sería su nombre.

En cuanto a Fenar o Fenar, nos dicen que podría referirse bien al conjunto de Robledo y Solana, o bien a Naredo